Una espera feliz y avante. Mi testigo
- Epifanio Estrada

- 10 sept 2023
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Sí, ÓRGANO AMIGO: eres como un grito a la aridez, la lengua sedienta de la tierra seca, tu forma de cirio, tu forma de brazo erecto me humaniza. Tu ejemplo de altitud y serena espera me engrandece, porque eres como la palmera de miradas de olas en vaivén de cielos, como cohetes de luz y color; de estrellas tú tienes la euforia de una epifanía cuyo sentimiento y belleza, es fruición estética de la sonoridad azul en un concierto de marimbas; tu cielo de espiral es la alianza de cantos cuyo lenguaje es la sublimación de la vida. En los surcos que modelan la estructura de tus brazos, hay paisajes campiranos como amores de rama en rama, hay fuentes ocultas entre breñas verdes y arbustos, riachuelos jugueteando con la sinuosa armonía de su eterno camino, y una barquita con sus velas blancas, anunciando el despertar del alma, de su letargo, para operar con fe viva, fe de luz, fe de sabios. Tú me diste el ritmo del tiempo que se polariza hacia el porvenir.
Con esa verticalidad, mi espera me atormenta menos. Mi vida adquiere una radical transfiguración como para alcanzar el mar, el cielo y las estrellas con la mano y descifrar su significado. Soy un presente divino. Cerebro donde anidan pajarillos blancos de una fantasía redimida.
Libro: La Escuela en Espíritu
Autor: Epifanio Estrada Cruz





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