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El amor a la patria


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(En una clausura de cursos) CC.______________ “El instinto peculiar del hombre, el más hermoso, el más moral de los instintos, es el amor a la Patria”. Si se nos preguntase en que consiste la fuerza de los vínculos que nos ligan a ella, sin duda contestaríamos que en el recuerdo de la sonrisa de una madre, tal vez en el recuerdo del viejo preceptor de nuestra infancia, o las circunstancias más triviales como la de un perro que ladraba durante la noche en el campo, el campanario de una iglesia o el nido de la golondrina en la ventana. Todo está en nuestras almas convertido en idea, en sentimiento, en aspiración. Así se forjó el alma nacional y con ella, se sigue gestionando la paz, el trabajo, la concordia, y sobre todo: LA CULTURA. En este bello jirón de Patria, maestros, autoridades civiles y educativas, y sobre todo esa enorme nave de obreros cuyo timonel se llama trabajo, la procuran como a la tierra que desértica, fría e inhóspita, requiere cuidados y preparación para hacerla productiva. Dentro de esta agitación del hombre por el hombre, de la vida por la vida misma, se desenvuelve una escuela modesta y que con positivo orgullo lleva el nombre de aquel que castigó todos los abusos para defender los derechos; del hombre que castigó todos los privilegios para defender todas las garantías; del hombre que castigó todas las opresiones para defender todas las libertades: BENITO JUÁREZ.


Allí, las manos encallecidas del mexicano, las manos aún llenas de grasa y la ropa con partículas del algodón tan blanco como el anhelo mismo del obrero; las manos suaves y morenas de la obrerita o la doméstica, las manos en fin, del trabajador, se deslizan ágiles sobre el cuaderno para lograr su más caro anhelo: la libertad absoluta de su ente intelectual y moral. He ahí su eterna confidencia; la letra, el saber. Y la garantía principal sigue dándola el maestro, que tiene dos deberes en relación con este hecho de compenetración afectiva: es el primero participar del sentimiento común y el segundo, canalizar estos sentimientos y dirigirlos hacia fines nobles, hacia la solidaridad, la justicia y hacia un sentimiento superior con todos sus semejantes. Esta es, en síntesis, la postura que guarda por el trabajo, la Escuela Primaria Nocturna BENITO JUÁREZ, escuela que actúa según su propio ser; que vibra y reacciona a impulsos de su propio espíritu; que desarrolla una existencia plena de actividad individual y colectiva. Arrastrados por esta tendencia inmanente, si a la justicia hemos de tomarla como al hombre superior que apoya sus actos en la moral y en la verdad, en verdad os digo que los maestros de esta humilde escuela, no resolvieron en ninguna forma sus compromisos personales, pero sí nacional. He ahí el mérito de estos incansables luchadores y que ojalá algún día sean mejor comprendidos directamente por ustedes padres de familia, autoridades y organizaciones de la región. Ahora bien, quiero hacer notar que es digno de encomio el esfuerzo cristalizado por los alumnos que cursaron el 6o grado especialmente, pues el agobiante trabajo material diario, llegaron siempre ufanos a su labor intelectual para que lograran aprobar. Se ha especulado con alguna frecuencia que los estudios de estos jóvenes es incompleta y por tanto poco digno de tomarse en cuenta. Quienes tal afirman, o no conocen los Programas de Estudio, la preparación del maestro, las circunstancias en que se desenvuelven, o son simplemente malos protagonizadores del trabajo honrado de una institución educativa como cualquiera de la región o del país. Si es verdad que el hombre es sociable por naturaleza, también es verdad que ser sociable dentro del marco educativo es tan difícil, como difícil resulta el suministro de imágenes gratas como ambiente propicio y de regocijo sano, en el alma de un educando por los caminos del bien. Sin embargo, la juventud que estudia en nuestra escuela se inició para tal fin, rindiendo tributo a nuestros héroes bajo la sombra bendita de nuestro Lábaro Patrio así como en los diferentes actos cívicos. De aquí partirán, entonces, los demás anhelos y los demás propósitos de superación y de respeto para con sus semejantes y sus deberes en el futuro. Las relaciones sociales, en fin, es un libro abierto puesto al servicio de un nuevo mundo y lleno de esperanzas, para afianzar el acercamiento entre padres, maestros y alumnos en beneficio de la Patria misma. Como en muy pocas ocasiones en que se tiene el privilegio de observar en un trabajo donde laboran más de dos personas: coordinación, comprensión y entendimiento tanto en el trabajo como entre los alumnos, me es satisfactorio hacer del conocimiento de ustedes, que por esta vez, la labor fue eficaz en todos los aspectos por contar con maestros de alta responsabilidad moral e intelectual, así como elementos de una preparación y experiencia tales, que garantizaron en todos sentidos su alto cometido. Debemos por lo tanto otorgarles, nuestro reconocimiento a tan ameritados maestros. Además se ha tenido el apoyo decisivo de las autoridades educativas porque consideran que esta escuela es la hermana menor de la Escuela Centro Obrero donde hace lustros se ha estado propugnando por la emancipación intelectual de la masa trabajadora de la región de __________; porque sabe también que si bien nada nuevo hay bajo el sol, según dijo el filósofo, todo, todo es nuevo bajo el sol cuando son nuevos los ojos que miran a través de la cultura, y los corazones que vibran, y los cerebros que aletean. FINALIDAD.- Una es para el maestro: EDUCAR; una es para los mexicanos: COOPERAR; una es para el alumno: ESTUDIAR. Con esta trilogía de palabras, palabras todas ellas del más puro amor, del más fino entendimiento, del respeto y del trabajo, ha de llevarnos al triunfo definitivo de esta noble cruzada permanente en pro de la Patria y de los derechos inalienables del hombre de México y del mundo. A todos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, nos envuelve esta obligación. ...Pero si alguna vez, las pasiones estallan en tragedia, si la lucha se hace inevitable, defendamos bizarramente la figura de JUÁREZ, dando actos heroicos a la flama clamorosa, en nombre de la Patria que nos concreta, en nombre de la humanidad que nos contiene, y viriles, fuertes, invencibles, como hacen los héroes de la Iliada con los caudillos rotos en la brega, cubramos y protejamos la figura de JUÁREZ con una muralla de claves resonantes. Por esa Patria trabajamos, señores, y nuestra obra consumada en su nombre, os quedan en vuestras manos. HE DICHO.

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